Ojo al dato

Ojo al dato

Puedes encontrar lecciones de escritura en los lugares más inesperados. Mi lección particular de hoy ha venido de la mano de un spam en Facebook.

Tuve la desagradable sorpresa de recibir una repuesta spam a mi anuncio del post de ayer; alguien que ofrecía comida a domicilio explicando con todo lujo de detalles cómo desarrollarían un estudio nutricional y diseñ­arían un menú a mi medida. Dejaban un email y un número de móvil. El fallo en la comunicación era tan evidente que no entiendo cómo no se han dado cuenta ya: No decían en qué país se encuentra su negocio. No creo que me vayan a traer un plato de arroz con tofu y zanahorias desde la Patagonia hasta Europa.

Cuando un dato es muy cotidiano se tiende a dar por supuesto. Ellos, que lógicamente saben dónde viven, no se dan cuenta de que los demás no tenemos ni idea.

En una novela, tú, el autor, conoces todos los entresijos de la trama y decides cuándo y cómo revelas los datos al lector… pero no los olvides. Nuestra agente literaria nos relató que un autor suyo de novela policiaca, con varias obras publicadas por importantes editoriales, cometió ese fallo. Les entregó su último manuscrito, una trepidante novela de suspense; les gustó, pero al llegar al final, se dieron cuenta de que no había contado la razón del asesinato y la historia se quedaba “coja”. Cuando le llamaron para decírselo, él no se lo podía ni creer. “¡Está todo ahí!” y les contó con todo lujo de detalles las oscuras motivaciones del personaje para cometer el crimen. Porque sí, todo estaba en su mente, existía en su guión mental, pero no en el papel.

Esta es una historia con final feliz: añadió unos párrafos y la novela se publicó con éxito de crítica y público.

¿Quieres saber cómo detectar este problema en tus manuscritos? Mañana más.

8 comentarios :

  1. La solución más evidente sería que alguien la lea y te indique qué puntos no le han quedado claros. O, quizás, anotar los detalles que se van dando en cada capítulo, para asegurarse que, al menos, se ha insinuado.

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  2. Es cierto... A veces a uno se le olvida agregar detalles que son básicos para uno, pero no para los lectores. Es bueno que otro lo lea o dejar pasar los días para leerlo como si uno no supiera la historia. Espero el post de mañana para saber cómo detectarlo :)

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  3. Estoy de acuerdo con lo que comenta Laura. A veces uno mismo no es capaz de verlo y la solución es que alguien lea el manuscrito y te diga su opinión, si le falta algo, etc.
    Esperaré la entrada de mañana con ganas.
    Saludos desde Sumergidos entre Libros y Tina-Jack

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  4. Siempre estoy dispuesta a aprender. Esperando. Tic..tac..tic..tac.. :)

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  5. Creo que es muy importante que el manuscrito lo lean otras personas antes de sacarlo a la luz. Estoy completamente de acuerdo con vosotros.

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  6. Esto es muy cierto. Recuerdo mucho de un profesor en mis clases de Derecho que decía que había que explicar en una demanda al Juez, tal cual niño pequeño. Todo desmenuzado, bien entendible y argumentado, para que éste entendiera nuestra petición. Y lo mismo trato de aplicar para mis historias. Porque muchas veces damos por supuestos ciertas cosas y esto no es así para el lector. Espero ansiosa la entrada de mañana :D

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  7. A mí eso me ocurre en la vida diaria. Ejemplo: desarrollo planes para el fin de semana, lo hago a la perfección. Va a ser el fin de semana perfecto. Llega el viernes por la noche y le digo a mi marido: ¿entonces nos vamos mañana a las 8 a la playa a pasar un par de días? Mi marido me mira con cara de preocupación y me dice: pues esta es la primera noticia que tengo. Me pongo a pensar "eso es imposible, llevo dándole vueltas a esto desde el lunes. Imposible que no se haya enterado", hasta que caigo en que se me "olvidó" comunicárselo en voz alta...

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