¡Córcholis, me quieren matar!


¡Córcholis, me quieren matar!

Ayer hablamos de la página web shitsenders.com. El mensaje era “ser siempre amable y cortés en tu correspondencia con agentes y editoriales”.

Hoy utilizamos la misma empresa, shitsenders (los que enviamos mierda) para una reflexión de otra naturaleza. Esta empresa tiene dos páginas: Shitsenders y Poopsenders. Poop es una manera más fina de decir mierda. Hay personas en EE.UU. a las que les ofende esa palabra, así que la empresa decidió cubrir todas las posibilidades. En tu novela no puedes hacer eso. Se imprimirá con el vocabulario que tú hayas elegido.

Y las opciones para esa elección son casi infinitas.

Las palabrotas existen. En ciertas circunstancias se utilizan. Si las extir­pamos de nuestros diálogos, es posible que nos queden irreales y hasta cursis. Si un personaje se de se da un martillazo y se destroza un dedo, no puede decir “vaya, qué molestia”. Si todo nuestro relato está saturado de lenguaje soez, salvo excepciones (por ejemplo, que la temática lo requiera), molestará por innecesario.

La decisión es tuya. Decide la interjección mas cursi y la palabrota más fuerte que quieras y realiza este ejercicio.

Prepara una lista de personajes. Para cada uno, según su personalidad, describe su modo de expresar irritación leve, molestía y enfado

María, 50 años, un poco beata.
1) Vaya 2) Madre santa 3) Señor dame fuerzas
Juan, 15 años, gamberro.
1) Jo 2) Mierda 3) No me jodas
Pedro, 40 años, gerente.
1) Ostras 2) Hostia 3) Mierda
Puedes seguir con este ejercicio con más expresiones y más situaciones. Lograrás que tus personajes tengan voz propia. Igual que en la vida real, al oír una frase pensarás “eso es típico de Pedro”.

Este es un ejercicio para que encuentres tus propios recursos. La escritura no puede ser una acción encorsetada, ni limitada, pero cuanto más pre­parados estemos, mejor. Igual que un atleta: cuanto más ejercicio haga antes de las olimpiadas, más posibilidades tendrá de conseguir medalla.

1 comentario :

  1. La verdad es que me he encontrado con libros que se pasan de palabrotas, exageradamente, a lo mejor piensan que el personaje parece más "guay". Lo mejor es que esté todo bien equilibrado.
    P.D. Soy de esas personas que no dicen prácticamente palabrotas, por costumbre. No soy nada beata. ;)

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