Tienes un fallo

Tienes un fallo

¿Sabes que tienes un fallo en tu manuscrito? No es nada demasiado serio, ni siquiera importante, pero si lo presentas a una editorial lo detectarán enseguida porque ese fallito de nada lo tienes justo en la primera línea. Hombre, un buen comienzo no es. El editor de turno se dará cuenta de que no conoces las normas básicas de la maquetación y seguirá revisando tu manuscrito con lupa y en guardia. Repito, no es decisivo, pero cada pequeño detalle va sumando, positiva o negativamente, en la impresión que ofreces como autor.

Pero, tranquilidad total, que la cosa tiene fácil solución. Has sangrado todos los párrafos. Todos. Y casi aciertas porque se sangran todos… menos el primero de cada capítulo.

Cuando me lo dijeron, fui corriendo a mi estantería y novela tras novela se me fue confirmando la regla.

¿Cómo es posible que después de tanto leer no me haya dado cuenta de algo tan evidente?

4 comentarios :

  1. Ya. Uno de mis mayores miedos. Y empiezo a borrar, quitar, mover, añadir y cambiar las palabras hasta que lo dejo peor que al principio. La verdad es que siempre necesitamos otro par de ojos. Cuando escribimos vemos lo que tenemos en mente, no lo que está en el papel :(

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  2. Y es curioso, Jeremy. Porque supongo que a más de un escritor le habrá pasado lo que a mí, que tiene muchos libros leídos en su haber, y cosas que supuestamente uno debería tener como asumido en las reglas de escribir, no lo son. Recién ha sido, cuando he decidido que quiero escribir un libro, que me he percatado de varias reglas de ortografía y de redacción que pasaba por alto en varios libros que tengo leídos y releídos xD.

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