No pierdas los papeles


No pierdas los papeles

Se han acabado las vacaciones, el calor… el verano nos deja dando paso al otoño: días más cortos y más fríos; empezamos a cerrar ventanas y nos queda nada para encender la chimenea o la calefacción. Y mira, ahora tengo la excusa perfecta para practicar un sistema de baja tecnología que me encanta, escribir en una hoja de papel (a la antigua usanza) todos los conceptos que he decidido incluir en mi nueva novela, todas mis ideas. Las escribo bien espaciadas para poder coger unas tijeras y cortar, así cada idea queda reflejeda en un papelito distinto. Ahora ya puedo pasar horas delante de una mesa grande reordenado los papelitos y volviendo a contar la historia en voz alta en su nuevo orden: cronológico, cronológico inverso, contando la segunda mitad con flashbacks en medio… las posibilidades se me presentan infinitas.

¿Y por qué digo que este ejercicio sólo lo hago cuando empieza el frío? Pues porque me encanta trabajar en la mesa de la cocina, frente a su maravilloso e inspirador ventanal con vistas al bosque; y claro, en verano, con todo abierto…¡adiós papelitos! Lástima que, “Lo que el viento se llevó” ya esté escrita…

3 comentarios :

  1. Y por aquí, que la primavera no se decide a llegar si no es en cuotas, valdría igual el mismo método. Con lo frescas que son algunas partes de la casa...

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  2. Acá está comenzando el verano y aunque en verano es más complicado, de todas formas pondré en práctica ese sistema, ahora sé cómo escribir en papel sin tener que hacer tantos borrones... :)

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