Escribiendo entre líneas


Escribiendo entre líneas

Estás en casa de unos amigos, son pareja desde hace tiempo y les conoces bien. No te dicen que están enfadados, pero lo notas. Y tú, claro, lo pasas fatal. Consiguen transformar cualquier tema de conversación en un litigio. Se huele el odio en ese “me pasas la sal, si no es demasiada molestia”; la crítica destructiva en su “te sienta bien ese vestido, a pesar de tu edad”, y el hastío en el “No, pon el canal que quieras, a mí me da igual”.

Vale, después de una velada tensa y poco agradable, podemos valorar una buena lección de escritura creativa: si tus personajes dialogan con segundas intenciones conseguirás comunicar el doble en el mismo espacio de texto. Y conseguirás un ritmo más agil. Mira este ejemplo:

Con poco ritmo:

—Son unos pantalones preciosos —dijo María, pero era evidente que pensaba otra cosa; es que ella odiaba que su hermana pudiera vestir con esas prendas tan costosas mientras que a ella, en paro desde hacía más de un año, no le llegaba el dinero ni para comer.

¿Qué tal si lo comprimimos?

—Vaya pantalones. Cómo se nota que a ti no te echaron de tu empresa.
—¿Qué has dicho?
—Nada. Tonterías de tu “pobre” hermana.

4 comentarios :

  1. Son buenas maneras de insinuar sin llegar a decir lo que pasa. Muy buena idea.

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  2. De nuevo en el blog!
    He cambiado de ciudad y han tardado mucho en conectarme el wi.fi.
    Ilusionada de reencontraros.
    Ahora necesito unos dias para leer todo lo que habéis publicada mientras estaba fuera de la esfera.
    Muchos abrazos, bloguers!

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  3. ¡Muy buena entrada! Deberíais pensar en recopilar todos estos consejos y hacer un libro de escritura creativa.

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