Una estructura clásica


Una estructura clásica


Un anónimo genio de la narración ha colgado una foto en internet. La descripción de la imagen es un relato corto en tres frases con final sorpren­dente. Veamos el texto:

Mi compañero de habitación me quitó las llaves del coche a la cinco de la madrugada. Diez minutos más tarde oí un golpe estruendoso y brutal. Buena decisión, pensé.

Analicemos:

1: Mi compañero de habitación me quitó las llaves del coche a la cinco de la madrugada.

Un comienzo lleno de posibilidades, dejando preguntas por contestar. ¿Robo? ¿Sorpresa? ¿Venganza? ¿Imprudencia?

2: Diez minutos más tarde oí un golpe estruendoso, brutal.

Se resuelve el enigma. Un accidente de tráfico.

3: Buena decisión, pensé.

Una frase sarcástica que resume la indignación del narrador.

Ahora viene lo bueno. Mira la foto y te darás cuenta que te ha hecho un doble juego. El final sorprendente se revela cuando ves la escena y tu cerebro tiene que re-escribir la historia; en este caso la clave es el derribo por el peso de la nieve del tejado del garaje. Estos cuatro pasos (1: Preparación 2: Supuesta resolución 3: Prematura reacción 4: Giro sorpren­dente) pueden usarse como estructura de un párrafo, un capítulo o una novela.

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