Un post con mucho sentido


Un post con mucho sentido

Para evitar que el suelo se agote, los granjeros utilizan un sistema denominado rotación de cultivos. Consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas distintas en un mismo lugar durante ciclos sucesivos. Donde plantaron patatas el año pasado, ahora hay alfalfa; donde plantaron alfalfa, cebollas.

Hoy proponemos adaptar este sistema a la escritura de descripciones… para evitar agotar los oídos de nuestros lectores.

En el post ‘Sentando cátedra’ hablamos de la importancia que tienen los cinco sentidos en una descripción, eso sí, tratando de no saturarla hasta hacerla pesada. Para controlarnos un poquito hemos ideado una tabla donde aparecen todas las posibilidades con la que podremos, de un solo vistazo, saber cuántas veces usamos cada tipo de descripción.

Cada vez que realizamos una descripción tachamos un recuadro en la fila que representa la combinación de sentidos que hemos utilizado. Nunca se tratará de una rotación estricta, matemática; esto es arte, no ciencia. Si describo una brisa acariciando un campo de lavanda el olor y el color son imprescindibles, no hay rotación que valga. Lo que perseguimos es detectar si, sin darnos cuenta, repetimos hasta el aburrimiento algún recurso descriptivo.

Siempre hay excepciones. ¿Alguien se atreve a comentar alguna circunstancia excepcional en la que usaríamos repetidamente sólo uno de los sentidos?, ¿o una en la que debería faltar un sentido cada vez que el narrador observa una escena?

1 comentario :

  1. No había tenido tiempo de leer este post... Sólo un sentido. Es complicado, aunque en El Perfume se usa mucho el sentido del olfato de diferentes cosas a través del libro. Y si falta uno, por ejemplo, el sentido de la vista, se usarán todos los demás. Ese sentido, junto con el oído, son los sentidos que se extrañan más y por los que los demás se agudizan de forma extraordinaria. Lo haré, para ver si uso todos... o apenas dos :(

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