Menos es más


Menos es más

Debido a los problemas legales que surgen con los seguros de automóviles y los juicios por accidente, en Rusia (donde se combinan nieve y vodka componiendo el mejor cóctel para pegarte una buena nata) muchas personas tienen una cámara instalada en su coche, por si acaso. Luego, claro, cuelgan en youtube los accidentes que graban. Y parece casi una competición a ver quién cuelga la imprudencia más bestia, la escena más sangrienta o el choque más multitudinario.

Ha llegado al extremo de que ya es casi imposible colgar una grabación que supere en morbo y brutalidad a los videos ya colgados que reciben la visita de centenares de miles de curiosos.

Pero como nada es imposible, alguien lo ha conseguido. ¿Cómo? Quiero saberlo porque, de forma similar, en el mundo editorial todo se ha visto ya, y cuando sale una idea de éxito, enseguida otros la superan y la llevan a extremos. Una novela de un vampiro, luego una familia, luego una escuela de vampiros, luego un mundo distópico lleno de vampiros. ¿Qué más se puede hacer? Un futuro distópico, un futuro lejano distópico, un futuro apocalíptico, un universo distópico, muy distópico, más distópico. Lo distópico está llegando a ser un tópico.

Volvamos a Rusia. El video de ‘dashcams’ que ha superado en emoción a todos los demás es de lo más, digamos, diferente. Lo han logrado buscando justo lo contrario; una recopilación de conductores amables, de ciudadanos ejemplares, de buenas personas. Así, ha encontrado otro público, unos cinco millones de personas de momento y sigue creciendo. Veámoslo y después comentamos la última escena.



Lo mejor, para el final. Un final sutil, finísimo y hermoso. La mujer le da un beso en la boca al desconocido que la ha ayudado y se marcha. Llevo dos días pensando en lo bonito que quedó eso.

Ahora, por ejemplo, está de moda la novela erótica. Tenemos 50 sombras de lo que sea. Vale, como unas esposas y unos azotes han demostrado que impactan lo suyo, aparece otra novela también con látigo pero con latigazos más fuertes, a la que sólo puede desbancar otro libro por sus truculentas escenas de flagelación con látigos de nueve colas. Llegamos así a un punto en el que no se puede exagerar más sin matar al protagonista desangrado, o matar a tu lector de aburrimiento o asco. Y entonces llega ese beso casto entre dos desconocidos. Un momento de conexión y complicidad.

Simple perfección poética . Me lo apunto en mi libreta de 1001 cosas que pueden pasar en una novela.

5 comentarios :

  1. Jeremy, me has leído el pensamiento más puro y duro... Hay gente que siempre me anda diciendo que escriba temas de moda, como erotismo, juvenil y demás, y si bien me gusta la literatura juvenil para escribir en el siguiente libro al que me dedico actualmente, del erotismo ni fu ni fa. Con tu artículo me siento totalmente identificada. Hay lectores para todos y habrá un buen porcentaje, como yo, que está hastiado de tanto erotismo, corbatas, látigos y demás, y es a ellos a los que aspiro captar en mi actual libro. Muchísimas gracias por esta gran entrada. Un saludo =)

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  2. Jeremy... ¿Sabías que mi novela "Vendida como una mercancía" salió a raíz de querer desasirme de 50 sombras? Leí el primer libro y quedé traumada, entonces me puse a escribir Vendida... Cristian es el malo, joven, guapo y rico, pero malo al fin y al cabo, violento y caprichoso. En mi novela lo maté jejeejeje (no lo podía hacer con el verdadero). Y resulta que ha permanecido en los top 100 más vendidos de Amazon, aún estando gratis en Wattpad, con más de 145 mil visitas, 1º en suspenso romántico. Y es una novela rosa de amor simple y pura. Yo creo que la gente se aburre un poco de tanto sadismo en los libros y busca algo más lindo, que te deje un buen sabor en la boca y no tanto "sexo duro". ¿Podrá radicar ahí el éxito de Vendida? Ahora con tu post lo estoy pensando seriamente. Genial, como siempre ♥

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  3. Porque el blanco es más blanco cuando tiene negro al lado,
    Y el negro es más negro si le acompaña el blanco.

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  4. Creo que las famosas 50 sombras esas ha generado una corriente inversa, como tú apuntas, que ha influído en mucha gente para escribir justo lo contrario. Llevas toda la razón. Lo veo en el comentario de Freya y también me pasó a mí. Cuando escribí la novela estaba el Grey en todo su auge y sin proponérmelo, pero entiendo que influida por el hastío de la saga, no introduje en mi historia ninguna escena de sexo implícito, a pesar de que cuenta una historia de amor. El caso es que hay muchos lectores, supongo que también de vuelta del tema, que precisamente han incidido en que el hecho de pasar de forma sutil por esas escenas, dejándolas entrever pero sin utilizar palabras, le aporta elegancia a la novela. Hasta ahora que te he leído no me había planteado que fuera una especie de efecto-rebote. Quizás en otro momento hubiera entrado más en la descripción...Es curioso cómo funcionamos los humanos. Me has hecho pensar. Un beso.

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  5. Me encantó el video y tu reflexión. Gracias por compartirlo

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