Los límites de la novela romántica


Los límites de la novela romántica

En Soncritores hablamos mucho de la importancia de ser original, nos encanta la creatividad. Pero (siempre hay un pero) lo verdaderamente difícil es saber dónde está el límite de esas innovaciones. Hay géneros y editoriales que tienen un público que prefiere leer ficción sin demasiadas sorpresas.

La literatura romántica es un producto de consumo constante. Una lectora de Harlequin encuentra una línea que le gusta y puede leer cuatro novelas a la semana. Conoce bien sus preferencias y cuando sale a comprar el pan, de paso, se compra una novela. Le gusta el pan y quiere que sea siempre igual, puede que unas veces adornado con semillas, cereales, pero básicamente el mismo pan. Y lo mismo le ocurre con la novela.

El ejemplo de la editorial que mencionamos arriba nos lo ilustra a la perfección. En EEUU, la editorial Harlequin ha creado un apartado de instrucciones para los autores; un documento distinto para cada una de las 34 diferentes líneas editoriales que publica en inglés. Estás son las normas de una de las colecciones: Harlequin Kimani Arabesque Romance.

De 75 a 85 mil palabras.

Los personajes deben ser Afroamericanos que resuelven conflictos en sus relaciones con final feliz. Los conflictos serán problemas de confianza en el otro, de compatibilidad o versar sobre los distintos puntos de vista sobre la vida.

El héroe debe ser soltero, recién divorciado (no sirve separado), viudo o saliendo de una relación. Al principio de la novela no puede estar sexualmente o emocionalmente ligado a nadie.

Lo ideal es que no haya embarazo antes del matrimonio, en algunos casos se puede permitir pero sólo si luego se casan.

Sin aprobación previa (por la editorial) no debes escribir una novela en que los protagonistas estén casados desde el principio; tampoco se aprueba que vivan juntos como pareja.

Ambos deben ser personas de éxito, ejemplos a seguir.

Las palabrotas están prohibidas, y la profanidad suave se debe mantener al mínimo.

Si no están casados el uso de condón es obligatorio.

Uso de drogas, prohibido. Abuso de alcohol, prohibido.

No sabemos si decir que es poco creativo o si, por lo contrario, hay que usar más creatividad que nunca para crear una novela sin salirte de unos límites tan explícitos.

6 comentarios :

  1. Wow, sea como sea, es un gran desafío...:/

    ResponderEliminar
  2. Pues no tenía ni idea de estas directrices. Creo que un autor (a no ser que sea un encargo) se tiene que dejar llevar por su imaginación, utilizar la creatividad sin límites ni órdenes.

    ResponderEliminar
  3. Editoriales que limitan la creatividad del escritor. ¿Qué quiere que escribamos? ¿Sobre un mundo feliz? Y luego piden realismo...

    ResponderEliminar
  4. Hace unos días atrás me topé con el catálogo de Harlequín porque me lo recomendaron. Todo era sobre cowbows, griegos o árabes. Y, ya sé que a veces mis gustos están fuera de línea, pero al ver la portada y títulos de los libros, ninguno me llamó la atención. Ahora al leer tu artículo y ver las restricciones que les ponen a sus escritores, sé el porqué :/

    ResponderEliminar
  5. Me gustaría que existiera la opción de dar “me gusta” a los comentarios de los blogs. La entrada no la voy a comentar aunque la información me gustó. Encima que Harlequin acaba de anunciar un certamen y entones me pregunto ¿qué obra ganará?

    ResponderEliminar
  6. ¿Correrá la misma lista para las comedias románticas? ya que en ese caso ¡Oh! mi obra se fue a la pailas con la mitad de puntos jajaja. "La peor de todas" tiene casi 400 páginas, la protagonista toma como pipa, es grosera como ninguna y no anda ni cercana al éxito. Tsss... Herlequin me demandaría :-D

    ResponderEliminar