Entremos en harina
Ayer cometí el error de mencionar mi famoso pan relleno de queso azul. Dos lectores han escrito pidiéndome la receta y tengo que admitir que no sé qué decirles, porque sí, alguna vez hubo una receta que yo seguía al pie de la letra, pero ya no. Después de tropecientos mil panes de queso azul ya no sigo receta alguna, lo hago a ojo… ¡y lo bordo! Ya no peso escrupulosamente todos los ingredientes, ahora es la misma masa la que me habla, la que me pide más o menos harina; a través de su textura siento lo que necesita o lo que le sobra; nos entendemos. Es pura intuición. En Soncritores ofrecemos algunas recetas para escribir más y mejor, pero sólo funcionarán cuando formen parte de ti, cuando hayas practicado muchísimas veces, cuando sea la historia la que te diga qué le falta o qué le sobra. Practiquemos con una: Escribe un párrafo en dos partes. Primero menciona el estado anímico de un personaje; luego, describe una acción producida por esa emoción. Ejemplo Juan estaba nervioso. Cuando se sentó en su pupitre, le temblaban la piernas; se mordía obsesivamente las uñas sin apartar la vista del reloj.Ahora, prescinde de la primera frase. No es necesaria. Cuando se sentó en su pupitre, a Juan le temblaban la piernas; se mordía obsesivamente las uñas sin apartar la vista del reloj.Si practicas suficientes veces, ya no necesitarás la receta porque habrás conseguido que sea una parte intuitiva de tu forma de escribir. |
Entremos en harina
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Buena receta ;)
ResponderEliminarLa pondré en práctica ^^
¡Besitos!
Gracias por la receta. Seguiré al pie de la letra tus ingredientes hasta que sea capaz de hacerla a ojo, como tú el pan. Besos.
ResponderEliminar^_^ Ya lo dice el refrán: "La práctica hace maestros". Estupendo artículo, Jeremy Williams.
ResponderEliminarMuy buen consejo, hay que seguir practicando ;)
ResponderEliminarMe apunto la receta. ;)
ResponderEliminarEstupendo ejemplo Jeremy, lo tendré muy en cuenta de ahora en adelante. Es algo muy obvio, sin embargo uno suele caer en la redundancia. Seguiré al tanto de tus recetas :)
ResponderEliminarAyer no pude leerte, me encantan tus consejos Jeremy, vas directo al hueso, sin darte tantas vueltas... Gracias <3
ResponderEliminarHice un curso de escritura literaria y me enseñaron a contar las cosas "dando rodeos". Se trataba de no decir expresamente, siguiendo tu ejemplo, que "Juan estaba nervioso", pero sí mostrarlo. Has puesto un ejemplo muy claro que ayuda bastante =D
ResponderEliminarSaludos desde Sumergidos entre Libros y Tina-Jack
Escribe un párrafo en dos partes. Primero menciona el estado anímico de un personaje; luego, describe una acción producida por esa emoción.
ResponderEliminarPárrafo 1. Estefanía se sentía vacia. Cuando llegaba a casa se tumbaba en el sofá sin más objetivo que el matar las horas delante del televisor. Siempre se decía "mañana saldré a ver esa exposición de la que todo el mundo habla", pero en cuanto entraba por la puerta de casa, la nube gris la rodeaba su voluntad y la hacía sucumbir en un estado de hibernación.
Párrafo 2. Cuando Estefanía llegaba a casa se tumbaba en el sofá sin más objetivo que el matar las horas delante del televisor. Siempre se decía "mañana saldré a ver esa exposición de la que todo el mundo habla", pero en cuanto entraba por la puerta de casa, la nube gris la rodeaba su voluntad y la hacía sucumbir en un estado de hibernación.